Ahhh ¡qué sabroso es ir a un concierto de metal! Cada vez que voy me siento viva. La electricidad corre por mis venas y las vibraciones me transmiten una potencia increíble. Hay millones de personas que no lo toleran, no lo entienden y lo juzgan. En realidad déjame contarte la verdad sobre el metal. Sus letras son profundas, algunas quejas de lo que está mal y un constante cuestionamiento sobre quienes somos y qué hemos hecho.
Es una provocación a que seas quien realmente eres, que te expreses, vistas y actúes como eres sin miedo a nada ni a nadie. Es una rebeldía con causa: liberarte de las cadenas y ser feliz y libre expresándote. Protesta sobre las injusticias, horrores que se han cometido y el camino para entender el bien del mal. El que Iron Maiden toque 666, The Number of the Beast, no implica que ellos sean Satanás personificado ¡o alabadores de ese guey! Son contadores de historias, storytellers, sus letras tienen fondo y forma. Interpretadas por músicos virtuosos, con voces que alcanzan registros de ¡no manches! ¿A ver hazlos? Mi tributo es a todos aquellos que han iniciado, triunfado e intentado aferrarse a éste camino. Otro ejemplo Black Sabbath, quienes vienen de una generación que sufrió la maldita Primera Guerra Mundial y su mundo, algún día perfecto, se transformó en un campo minado por la desolación, dolor, enfermedad y muerte. El metal tiene sus raíces en el escrutinio del verdadero yo, del ser interior, macabro y brillante a la vez, la luz y sombra, el Apolo y Dionisio de Nietzsche.
Arriba sus letras, arriba el power y que ¡VIVA EL METAL!
Rainbow in the Dark, es una de mis rolas favoritas de todos los tiempos, Maestro Dio, (RIP).
"Anyone who has declared someone else to be an idiot, a bad apple, is annoyed when it turns out in the end that he isn't". Friedrich Nietzsche.
No comments:
Post a Comment