CHANCLA PERDIDA: EL MISTERIO PARTE UNO

Viajar es increíble, aprendes cosas sorprendentes sobre la cultura, tradiciones, comida y nuevas técnicas de ligue, sin embargo hay cosas que pueden minar el camino... como el capítulo de ´la chancla perdida´: Honestamente debo decirles que la pasmadez (nueva forma de aplicación pal diccionario nótese) de mi hámster es algo con lo que ya no peleo. Y cuando salgo de vacaciones tiendo a dispersarme y desorientarme un poco más (¡ah jijo!). Resulta que ya estábamos listas pa dar el rol por la ciudad del pecado y el pecado... ¡tuvo que esperar! pues por más que voltee el cuarto patas para arriba ¡mi chancla había desaparecido! Mis amigas se adelantaron a desayunar, comieron... y yo como Jackie Chan haciendo malabares para encontrarla. En mi desesperación hasta hablé a la recepción pues acababan de asear la habitación (imagínense cómo la encontraron al regresar ¡ups!). Me di por vencida y sólo bajé con una puesta, la que había encontrado, me metí al área de limpieza y dándome a entender con señas intentaba explicarles la pérdida de mi chancla... Así de cansado como el choro que les escribo fue... Mis amigas (como era de esperarse se durmieron) y con una sí y otra no, fui a pedirles ayuda. Una se ofreció de voluntaria pues conoce "mi condición de atarantamiento crónico"...