Con cara de Pato Lucas empieza ésta historia. Así como lo lees, ¿¡te imaginas no tener sexo durante dos años!? (and counting!, damned!). Los hombres pensarán que eso es prácticamente imposible, y que las mujeres seguro pueden vivir sin el. Peeero la realidad es que así como ustedes lo necesitan ¡las mujeres también! Hay personas menos liberales quienes deben aguantarse las ganas de una buena zarandeada pues están, como se dice, fuera de cancha. Y mientras alguien me contaba su desgracia yo, debo confesarles, no paraba de reir, no por la desgracia ni por su sufrimiento sino porque cada cosa que me confesaba brotaba mis carcajadas. Imagínense, hasta se convocó a una reunión para ayudarle a solucionar su desesperación. Hasta donde me quedé en la historia había pasado ya por haber experimentado el sexo virtual, el cual le funcionó... por un tiempo. Los hombres le recomendaron salir de antro y pues con quien tuviera química ¡a desquitarse! Hicimos todo para que llevara a cabo su misión sin embargo la noche terminó en una gran fiesta y carcajadas mientras escuchábamos mentadas, frases desesperadas y... no pudo. Demasiado tímida y preocupada por las enfermedades venéreas. Entonces alguien optó por recomendarle un dildo, ojo no hablo de la super banda de mis bros los músicos, sino de un consolador. Me divertí tanto con las explicaciones de los tipos, tamaños, formas que una vez más ¡me dolió la panza de tanto reir! ¡Ah!, y los precios (punto importante). Ya en la puerta de una sex shop... se echó para atrás... ¡no la fueran a ver!... ¡muy necesitada! (jajaja). Hasta la fecha la maldición de la "obligada abstinencia" continúa. Intensa, nerviosa y alterada la escuchamos hablar. ¿Será que alguien tiene otra opción que pueda ayudarle? Por que nosotros ¡fallamos! (chales)...
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