A cuántas personas les ha pasado que encuentran a la persona ideal pero algo sucede y la historia se interrumpe... (¡Ash!, es NE-FAS-TO, ¡o sea weeey!)
Esuché alguna vez la historia de un gran hombre a quien le escribieron el siguiente poema-rola:
BOCANADA
Fría, el agua transparentemente turbia
Igual que mi mente
Igual que mis pensamientos
Sin darme cuenta caí en el abismo
Justo cuando mis brazos y piernas flotaban extendidos
Inertes
Los ojos abiertos sin vida
Te acercaste a la orilla y me rescataste
Bocanda de vida
Mi pelo empapado recorría mi cara
como lágrimas
Mi débil cuerpo no tenía sostén
más que tus brazos
Me moldeaste, me cuidaste, me levantaste
Y ahora... te alejas sin decir nada
Necesito una bocanada de vida
De nuevo, ya no puedo respirar
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